02 Jul

Estrategias para conocerte mejor: aversión al Ahorro

Estrategias para conocerte mejor: aversión al Ahorro

A la hora de empezar a ahorrar hay dos emociones que guían la mayoría de las tomas de decisiones: la codicia y el miedo.

 

Codicia porque siempre queremos ganar más, es decir, obtener la máxima rentabilidad posible con nuestra inversión en poco tiempo.

Miedo porque tememos que una mala decisión o que un movimiento inesperado del mercado nos haga perder dinero, es decir, miedo al riesgo financiero.

 

En esta batalla de emociones que tiene lugar en nuestro cerebro, casi siempre resulta vencedor el miedo. Esto es así porque en nuestra psique humana tenemos una tendencia natural a evitar cualquier tipo de riesgo hacia nosotros en todas sus formas.  Dicho de otra forma, sentimos lo que se conoce en finanzas como: aversión al riesgo

¿Qué es la aversión al riesgo financiero y cómo influye?

En toda inversión, la rentabilidad y el riesgo van cogidos de la mano. Normalmente, cuánto mayor es el riesgo que asume un inversor, mayores son las probabilidades de obtener altas rentabilidades.

 

En cambio, si los riesgos están muy controlados, con toda seguridad la inversión proporcionará una rentabilidad baja. Rentabilidad y riesgo son la cara y la cruz de la misma moneda.

 

 

La aversión al riesgo determina el tipo de inversión que hace cada persona.

Hay quienes son propensos al riesgo, y optan por inversiones directas donde pueden ganar mucho dinero. Con una asimilación muy elevada que, en ocasiones, esa asimilación al miedo no es equiparable con la rentabilidad de retorno.

Hay quienes no son adversos al riesgo y prefieren obtener una rentabilidad menor a cambio de asumir pocos riesgos. 

 

Una definición que podíamos emplear seria la siguiente:

 

La aversión supone que el dolor que causa una pérdida económica es mayor que el placer que genera una ganancia semejante.

 

Por esta razón, los ahorradores que son adversos prefieren sacrificar rentabilidad en pro de seguridad. Eligen dormir tranquilos y sin preocupaciones por las noches, aunque ello suponga aspirar a una rentabilidad menor. (en cualquiera de ellos nos encontramos con gastos)

 

Sin embargo, para estos ahorradores, que no quieren “asumir riesgos” pierden la oportunidad de obtener altas rentabilidades por sus ahorros. En la mayoría de las ocasiones, suelen dejar el dinero en el Banco en forma de cuenta corriente, depósitos bancarios o cuentas remuneradas y rehúyen de otro tipo de formas.

Se niegan a acercarse a los mercados financieros pese a que está demostrado que la inversión en bolsa es la más rentable de todas a largo plazo.

 

*Sin embargo, este largo plazo es teórico debido que podemos buscar “estrategias para reducir el tiempo”

Cinco estrategias para enfrentarse a la adversidad del ahorrador:

1. Coloca frente al espejo tu perfil de ahorrador

Para conocer tu verdadera aversión al riesgo puedes realizar una prueba de “idoneidad” que te determina que tipo de ahorrador eres.

 Los resultados de esta prueba te pondrán frente al espejo para que puedas ver más claramente cuál es tu situación financiera y cuáles son tus objetivos.

* Siempre dejando de lado que las circunstancias cambian.

2. Diversifica tus inversiones

La diversificación es el mejor seguro frente a esta indecisión. Si inviertes en activos que están descorrelacionados (por ejemplo, de distintas áreas geográficas y de distintos sectores), estarás reduciendo es sensación que te produce ese mal estar.

 

3. Invierte poco a poco con el método Cost Average

 

El Coste Average es una estrategia de inversión que consiste en invertir de forma periódica y constante, independientemente de cuál sea la evolución de los mercados. Si hacemos esto, disminuiremos los riesgos de nuestra inversión (ya que no hacemos market-Timing) y ganaremos en tranquilidad.

A menos que tengas un MBA en Finanzas, con un alto grado de experiencia, entrar directo en la Bolsa porque un amigo ha ganado mucho dinero, es entrar en la boca del lobo gracias a tu amigo.

Me atrevería a decirte que mejor dejes a ese amigo debido a que SI fuera tan fácil, todos seriamos ricos. ¿Cierto?

4. Mejora tu educación financiera

Para mi, esta es la clave.

El desconocimiento sobre el funcionamiento de los mercados puede llevar a las personas a sentir pánico y desconfianza de ellos. Por eso, si mejoras tu educación financiera y amplias tus conocimientos sobre el sector financiero y sobre el mundo de las inversiones, lo más probable es que tus miedos disminuyan y tu aversión al riesgo mejore.

5. Déjate ayudar por profesionales

No seré yo quien te recomende que pongas tu dinero en manos de gestores de inversiones, en Bolsa y que salgas de tu zona de confort. Pero sí, que te dejes informar de la infinidad de vehículos de ahorro que existen por profesionales con experiencia. Es muy probable que si lo haces te sientas más seguro con las decisiones que tomes. 

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